Villa Capra o La Rotonda
Villa Capra o La Rotonda
La Villa más famosa de Palladio y probablemente de todas las villas
venecianas, Fue edificada entre el año 1567 – 1570, en un paisaje ideal,
construida como mansión de un funcionario del Vaticano, llamado Paolo Almerico,
que después de ejercer una serie de cargos al servicio de Pío IV y Pío V, regresó
a Vicenza, cargado de dinero. La Rotonda es uno de los más celebrados edificios
de la historia de la arquitectura en la época moderna. Fue incluida en 1994 en
la lista del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, junto con otros edificios
de Vicenza, la "ciudad de Palladio".
Situada en una colina sensiblemente elevada al plano y a las afueras
de un núcleo urbano como Vicenza, Italia,
responde probablemente a la distinción social de su propietario, con el
fin de poder evitar los ajetreos y el movimiento típico de una ciudad, además
de una distinción religiosa y de mayor proximidad a Dios. Palladio, en su
libro, “Architettura”, le dedicó un capítulo al estudio de las villas y concede
un importante lugar a su ubicación, con lo que por primera vez, en Occidente,
la arquitectura se integra en el paisaje como ya sucedía en el Asia Oriental. La
casa en si es una residencia suburbana que servía como punto de encuentro para
la aristocracia de la zona de Vicenza y para la celebración de actividades
correspondientes a dicha clase.
Su nombre, Rotonda, deriva de su planta, un círculo perfecto dentro de
un cuadrado, formando una composición totalmente simétrica. Está sin duda inspirada
en el Panteón de Roma, uno de los monumentos más importantes y complejos que
nos ha legado la antigüedad romana y tal vez el edificio más estudiado y
dibujado durante el renacimiento, con una planta de cruz griega, cuatro
fachadas idénticas y no distinción de puntos cardinales.
En la Rotonda, Palladio armoniza la naturaleza y el cálculo de
proporciones de la villa, La altura y la longitud del edificio están
perfectamente delimitadas por un sistema de proporción que deriva de Alberti y
en última instancia de Vitrubio. Se construyó con obra de ladrillo revestida de
estuco, la mayor parte de los elementos, incluidas columnas, eran de ese
material. La piedra se reservaba para los detalles más refinados, como basas y
capiteles de las columnas y marcos o guarniciones de huecos. El conjunto del
edificio refleja simetría, perfección, armonía, en definitiva, los parámetros
del Renacimiento.
Una gran escalinata central a modo de templo romano sirve como acceso.
Los templos clásicos las usaban para salvaguardar el templo de las aguas y para
los obstáculos geográficos. Lo más representativo son las galerías con una
pronaos con columnas jónicas, entablamento y fino decorado en su cúspide con
esculturas clásicas, todo reinventado del arte clásico. Además la edificación
fue rotada 45° con respecto a los puntos cardinales para que cada estancia
tuviera iluminación apropiada.
Sobre la terraza a la que se sube por cuatro monumentales escaleras
orientadas a cada uno de los puntos cardinales, se levanta la casa de planta
cuadrada, que tiene los dormitorios en los ángulos y en el centro una gran sala
circular cubierta con una gran cúpula.
En la cúpula, vemos representada la Religión, es una versión de la que
podemos ver en el Panteón de Roma. Hasta ese momento se habían usado sólo para
construcciones religiosas, por eso Paladio hizo un modelo tan impactante y que
fue copiado posteriormente. La que podríamos considerar como la habitación del
ala oeste, es llamada “Habitación de la Religión”, precisamente por el tipo de
representación de los frescos pintados en el techo, mientras que en la
habitación del ala este se representa la alegoría de Paolo Almerico sobre el
arrepentimiento
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